viernes, 17 de noviembre de 2017

EDUCACIÓN ESPARTANA.



Un grupo especial dentro de los hoplitas es el de los Lacedemonios, también llamados Lacones o Espartanos.
La REGIÓN es LACEDEMONIA, un término más amplio que el pequeño núcleo urbano que era Esparta, considerada como la capital del estado Lacedemón.
El conocimiento que tenemos de Esparta no es propiciada por los propios espartanos, sino que lo que conocemos es lo que los demás griegos nos han contado de ellos, entre los demás griegos despertaban gran curiosidad. Esparta apenas produjo literatura, salvo los poemas de Tirteo del siglo VII.
Los espartanos nacían, crecían y morían por y para la guerra.
Con  apenas 7 años, eran apartados de sus familias y entregados al estado, que era el encargado de formarlos y adiestrarlos para la guerra.
El  legislador Licurgo, cuya existencia oscila entre la realidad y la leyenda, redactó allá por el s. IX-VIII a. C. unas leyes o preceptos que dan forma a la organización de Esparta.
Con el tiempo se sabe que estas leyes de Licurgo alcanzaron el rango de Constitución, o leyes de carácter sagrado.
Si el recién nacido "no pasaba el reconocimiento" de los ancianos, era abandonado en un lugar del monte Taigeto.
Si era un muchachote fuerte, el niño en los primeros años era educador por su madre y demás mujeres de la casa.
La AGOGÉ era la estricta disciplina en que se educaban desde los 7 años, era lo más parecido a una milicia profesional.
A los 7 años, pasa a encargarse de la educación, el ESTADO.

Primera fase de la Agogé.
Comenzaba a partir de los 7 años, cuando los niños abandonaban sus casas y eran enviados a una especie de cuarteles.
 Allí se les rapaba el pelo y se les dividía en pequeños grupos o unidades. Desde ese instante lo hacían todo juntos.
Quedaban encuadrados por edades y estaban bajo la estricta supervisión de una especie de instructor.
A su vez también bajo la dirección de un funcionario estatal, llamado Paidonomos.
En esta fase inicial, que se prolongaba hasta los 14, los niños debían adquirir una forma física adecuada.
Pero no sólo ejercitaban la parte física, sino que también aprendían valores como la obediencia y el ascetismo. Además se les enseñaba a leer y a escribir, aunque este tipo de educación era quizás más secundaria. Se fomentaba la idea de GRUPO.
Era una educación para la AUSTERIDAD, el ENDURECIMIENTO y la DISCIPLINA.
Poco a poco se pasa de la cohesión en el grupo a la competitividad entre ellos para ver quién es el mejor.

Segunda fase de la Agogé.
Al llegar a los 14 años, los jóvenes adquirían una nueva categoría: la de Efebos. En esa nueva etapa, que se prolongaba hasta los 18, su aprendizaje se basaba en adquirir una resistencia física más elevada.
Sufrían todo tipo de penalidades, tales como pasar hambre, sed, frío y calor, además de aguantar golpes y palizas. Estas cumplían el objetivo de volverles cada vez más fuertes, tanto de cuerpo como de mente.
A los 20 años podían ya integrar el ejército. Se dejaban crecer el pelo y la barba.
Se inculcaba el respeto a sus mayores, los jóvenes agachaban la mirada  cuando se cruzaban con ellos y no podían hablarles si ellos no les dirigían previamente la palabra.
Estos jóvenes podían asistir a los banquetes comunes llamados syssítia, que se celebraban al anochecer.
A partir de los 30 años, se convertían en ciudadanos de pleno derecho, y pasaban a pertenecer a la clase espartiata o a los Iguales (Homoioi). 

¿Qué era la krypteia?
Dice Plutarco que una vez al año, los magistrados del estado espartano declaraban a los ilotas ( siervos) enemigos de la patria. Entonces se escogía a los mejores jóvenes de la Agogé para que llevasen a cabo este extraño rito. Aunque se ha hablado mucho sobre el tema, todavía hoy no se sabe exactamente en qué consistía. La mayoría de los investigadores se atreven a decir que era una especie de bautismo de sangre para los futuros guerreros.
La función de esta costumbre podía ser la de mantener “mantener a raya” a la población ilota ( campesinos arrendatarios. Una manera de controlar los elementos ilotas que tenían ideas de sublevación. 

Las mujeres espartanas
En cuanto a las mujeres espartanas, la edad a la que comenzaban era la misma que los muchachos, los 7 años. A diferencia de ellos, no vivían juntas en cuarteles. Se las educaba de manera conjunta, y las fuentes hablan de que había mujeres adultas que las instruían desde esa edad.
Esta instrucción incluía una parte física, similar a los hombres, incluyendo la lucha, las carreras o deportes o disciplina olímpicas cómo el lanzamiento de disco o de jabalina. Esta se hacía con intención de fortalecerlas para poder tener hijos sanos y en condiciones. Además de esas disciplinas, se las instruía en canto y baile.
Las mujeres hacían ejercicio al aire libre .
A partir de los 19-20 años, estaban obligadas a contraer matrimonio. Una vez casadas, parece ser que se debían rapar el pelo y dejárselo corto.
 A diferencia de lo que pasaba en otras polis, los padres de las chicas no concertaban los matrimonios. Eran los muchachos los que elegían a sus esposas.
La edad del casamiento de las espartanas era más tarde que la de otras griegas, entre 18 y 20 años.
Aunque parezca extraño, las esposas podían tener más de un marido, a diferencia de la visión del resto de ciudades de la Hélade.
La poliandria se daba especialmente si una mujer no tenía hijos con su marido, en este caso esa mujer buscaba otro marido más joven para tener hijos y esto era bien visto por el Estado.
Si una mujer moría en un parto, recibía un enterramiento con honores de guerrero. En el año 500 se legisló que la mujer que moría en el parto tenía derecho a lápida con nombre.

Tareas de las esposas espartanas
La mujer era la encargada de la administración de su casa, o casas. Por ello estaba bien instruida en el tema de la economía doméstica. Era ella la que se encargaba de esa tarea.
Se encargaban a su vez de controlar a los esclavos e ilotas- siervos, que tuvieran a su cargo. También se encargaban de la organización los cultos y ritos sagrados.










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