La mujer en la Roma del imperio tenía un
rol muy limitado en cuanto a la vida pública se refiere. Sometida a la
autoridad del padre primero y del esposo después, podía únicamente ejercer su
influencia social a través de éste. Pero en la vida íntima, como madres y
esposas, su papel fue destacado superando en importancia a las mujeres de otras
civilizaciones antiguas. El arte que ha llegado a nuestros días da claras
muestras de ello.
La mujer romana tiene la posibilidad de
disponer de su fortuna y propiedades y de tener una corta libertad. Pero la
visibilidad y la vida política es cosa de hombres. En los objetos de la vida
cotidiana la mujer ocupa un lugar muy relevante, omnipresente.
La vida social que llevaba era para salir a
comprar, participar en banquetes y acompañar cuando se la permitía al marido a
actos oficiales o espectáculos.
Las mujeres debían aprender a hilar y tejer
la ropa de algodón de la familia, en las familias más humiles las mujeres eran
costureras en los mercados, ayudantes en las termas, o trabajan en granjas, o
como pastoras o agricultoras, con sus esposos.
Las mujeres romanas por ley, cumplían un
papel subalterno semejante al de los niños. A pesar de ello, protagonizaron las
representaciones en la decoración doméstica y en los objetos que las
acompañaban en su vida cotidiana. Cuando la mujer es diosa, fueron elaboradas
por el imaginario de la mente masculina, se exalta su belleza y también
representan el drama y el caos del hombre que se puede ver seducido y subyugado
por ellas. La mujer romana exalta a las diosas y tienen importancia en su vida
y deberes domésticos y familiares.
La representación de la mujer está
relacionada con las artes, los mitos y la generación de vida. Desde las musas,
inspiradoras del espíritu, hasta Venus, imagen de la belleza y la seducción;
desde las virtuosas Minerva y Diana, férreas defensoras de la virginidad y la
virtud, hasta las gorgonas y sirenas; desde las mujeres generadoras de vida,
que personifican fuerzas y ciclos naturales, hasta las forjadoras de terribles
tragedias y desastres.
Y además, en clase hablamos de las
Vestales, ese grupo de sacerdotisas con privilegios y obligaciones especiales.
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