El papel de la mujer está en
el ámbito doméstico. Las mujeres como grupo social no tiene voto, no tienen
participación política, no tienen participación militar, ni civil. Eran
consideradas “menores de edad” de por vida, siempre bajo la autoridad
patriarcal de los hombres. Pasaban de la autoridad del padre, a la del marido.
Y no es hasta las reformas de Solón que pueden heredar la propiedad del padre,
si no había hermano varón.
La costumbre dictó que una
mujer griega limita su tiempo fuera de la casa a visitar a sus vecinas
femeninas más cercanas. Las excepciones a esta convención social rígida eran bodas,
los entierros e indican los festivales religiosos.
A parte de estos momentos, las reuniones
femeninas más comunes, sucedían cuando se encontraban las mujeres de un mismo
sector en el pozo de agua, que en general eran comunitarios.
El amor y el matrimonio en
Grecia son aspectos bien distintos.
En el banquete de Platón, se
habla del amor como tema principal, ahí se recuerda que en una época pasada
existían tres especies de humanos: el varón, la hembra y el andrógino.
La diosa del matrimonio y
protectora de las mujeres casadas era Hera.
La práctica habitual para
quien quiere acordar un matrimonio, es el ofrecimiento de los “hedna” son los
regalos, la "dote·".
El matrimonio era un acto
privado, por lo que en ese momento no había ceremonia ni registro estatal, pero
podía haber un sacrifico y un banquete. Es como “la firma del acuerdo”.
Víspera de la boda.
En este día se dedicaba a la
preparación de la novia, y tenía lugar en la casa de su padre, además se
contemplaba sacrificios y ofrendas. Por lo que se empezaba con un sacrificio,
donde la novia ofrecía en el altar sus juguetes de niña, un mechón de pelo y un
cinturón.
Por otro parte, el novio se
cortaba el pelo y también ofrecía sacrificio a los dioses.
Además, la novia recibía un
baño purificador con agua procedente de una fuente o un río sagrado.
Día de la boda.
La casa de los novios se
decoraba con guirnaldas, hojas de olivo y laurel.
En este segundo día
comenzaba un banquete que solía celebrarse en casa del padre de la novia.
Era típico comer pasteles de
sésamo. Después un niño, coronado de hojas de acanto y bellotas, y cuyos padres
tenían que estar vivos, repartía pan o roscos que portaba en una canastilla
mientras repetía que “los novios han escapado de un mal para encontrar un
bien”. Después de la comida el novio le quitaba el velo a la novia en una
ceremonia, y durante la cual se procedía a la entrega de los regalos del
novio. Al finalizar el banquete, por la noche, la novia llevada por su
esposo, atravesaba la ciudad en un carro tirado por mulas o caballos hasta la
casa del que pasaba a ser su esposo.
Detrás del carro de los
novios. La madre de la novia y otras mujeres seguían al cortejo portando
antorchas. Las mujeres avanzaban jubilosas y cantaban; las seguían divertidos
coros de hombres.Todos avanzaban divirtiéndose al ritmo del baile y el canto,
con cítaras y flautas.
Al llegar a la casa del novio, adornada con guirnaldas, hojas de olivo y laurel, se quemaba el eje del carro para que la esposa nunca sintiera la tentación de abandonar el hogar del marido. Luego la familia del novio le daba la bienvenida. Era la madre la encargada de recibirla con una antorcha. Se arrojaba sobre la cabeza de los novios dátiles, higos y nueces, como símbolo de pertenencia al nuevo hogar. La novia era conducida al aposento nupcial. Esa noche los recién casados se reúnen en el thálamos.
Día siguiente de la boda.
Era la ofrenda de regalos y la entrega de la dote acordada. Los parientes les hacían múltiples presentes. Ese día se celebraba una comida en casa del padre del novio o del propio novio, algo de lo que se excluía a las mujeres. Ni siquiera la recién casada podía asistir, aunque era ella quien tenía la misión de preparar los platos que se servirían durante esa jornada.
Era la ofrenda de regalos y la entrega de la dote acordada. Los parientes les hacían múltiples presentes. Ese día se celebraba una comida en casa del padre del novio o del propio novio, algo de lo que se excluía a las mujeres. Ni siquiera la recién casada podía asistir, aunque era ella quien tenía la misión de preparar los platos que se servirían durante esa jornada.
En la antigua Grecia las mujeres comenzaban a contar su edad a partir del
momento en que se casaban. Mientras aún no tenía un heredero, a la mujer se la
llamaba nymfe, que equivalía a recién casada. Después de tener un hijo
era gyné, palabra que significaba plenamente esposa.
¿Qué sucedía si una mujer se
enamoraba de otro hombre y era sorprendida?.
El amante era el peor
parado. Se le ejecutaba tras un juicio público, pero no siempre llegaba vivo a
los tribunales.
El marido agraviado podía
asesinarlo impunemente.
Ella quedaba automáticamente
excluida de las fiestas religiosas, se le prohibía adornarse y acudir al
templo. Además, su marido estaba obligado por ley a repudiarla, aunque su padre
podía volver a casarla, si encontraba con quién.
Un hombre podía divorciarse
de su esposa siempre que reintegrara la dote a su suegro.
También podía ofrecerla directamente
a un nuevo marido, sin pedir la opinión de la interesada.
Las mujeres podían divorciarse en caso de
maltrato, pero no solicitarlo ellas mismas: debían recurrir a un pariente que
estuviera dispuesto a representarlas, cosa que raramente sucedía. Los hijos
siempre permanecían bajo la tutela paterna.
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