Un grupo especial dentro de
los hoplitas es el de los Lacedemonios, también llamados Lacones o Espartanos.
La REGIÓN es LACEDEMONIA, un
término más amplio que el pequeño núcleo urbano que era Esparta, considerada
como la capital del estado Lacedemón.
El conocimiento que tenemos
de Esparta no es propiciada por los propios espartanos, sino que lo que
conocemos es lo que los demás griegos nos han contado de ellos, entre los demás
griegos despertaban gran curiosidad. Esparta apenas produjo literatura, salvo
los poemas de Tirteo del siglo VII.
Los espartanos nacían,
crecían y morían por y para la guerra.
Con apenas 7 años, eran apartados de sus familias
y entregados al estado, que era el encargado de formarlos y adiestrarlos para
la guerra.
El legislador Licurgo, cuya existencia oscila
entre la realidad y la leyenda, redactó allá por el s. IX-VIII a. C. unas leyes
o preceptos que dan forma a la organización de Esparta.
Con el tiempo se sabe que
estas leyes de Licurgo alcanzaron el rango de Constitución, o leyes de carácter
sagrado.
Si el recién nacido "no
pasaba el reconocimiento" de los ancianos, era abandonado en un lugar del
monte Taigeto.
Si era un muchachote fuerte,
el niño en los primeros años era educador por su madre y demás mujeres de la
casa.
La AGOGÉ era la estricta
disciplina en que se educaban desde los 7 años, era lo más parecido a una
milicia profesional.
A los 7 años, pasa a
encargarse de la educación, el ESTADO.
Primera fase de la Agogé.
Comenzaba a partir de los 7
años, cuando los niños abandonaban sus casas y eran enviados a una especie de
cuarteles.
Allí se les rapaba el pelo y se les dividía en
pequeños grupos o unidades. Desde ese instante lo hacían todo juntos.
Quedaban encuadrados por
edades y estaban bajo la estricta supervisión de una especie de instructor.
A su vez también bajo
la dirección de un funcionario estatal, llamado Paidonomos.
En esta fase inicial, que se
prolongaba hasta los 14, los niños debían adquirir una forma física adecuada.
Pero no sólo ejercitaban la
parte física, sino que también aprendían valores como la obediencia y el ascetismo.
Además se les enseñaba a leer y a escribir, aunque este tipo de educación era
quizás más secundaria. Se fomentaba la idea de GRUPO.
Era una educación para la AUSTERIDAD,
el ENDURECIMIENTO y la DISCIPLINA.
Poco a poco se pasa de la
cohesión en el grupo a la competitividad entre ellos para ver quién es el
mejor.
Segunda fase de la Agogé.
Al llegar a los 14 años, los
jóvenes adquirían una nueva categoría: la de Efebos. En esa nueva etapa, que se
prolongaba hasta los 18, su aprendizaje se basaba en adquirir una resistencia
física más elevada.
Sufrían todo tipo de penalidades,
tales como pasar hambre, sed, frío y calor, además de aguantar golpes y
palizas. Estas cumplían el objetivo de volverles cada vez más fuertes, tanto de
cuerpo como de mente.
A los 20 años podían ya
integrar el ejército. Se dejaban crecer el pelo y la barba.
Se inculcaba el respeto a
sus mayores, los jóvenes agachaban la mirada
cuando se cruzaban con ellos y no podían hablarles si ellos no les
dirigían previamente la palabra.
Estos jóvenes podían asistir
a los banquetes comunes llamados syssítia, que se celebraban al anochecer.
A partir de los 30
años, se convertían en ciudadanos de pleno derecho, y pasaban a pertenecer a la
clase espartiata o a los Iguales (Homoioi).
¿Qué era la krypteia?
Dice Plutarco que una
vez al año, los magistrados del estado espartano declaraban a los ilotas (
siervos) enemigos de la patria. Entonces se escogía a los mejores jóvenes
de la Agogé para que llevasen a cabo este extraño rito. Aunque se ha hablado
mucho sobre el tema, todavía hoy no se sabe exactamente en qué consistía. La
mayoría de los investigadores se atreven a decir que era una especie de
bautismo de sangre para los futuros guerreros.
La función de esta costumbre
podía ser la de mantener “mantener a raya” a la población ilota ( campesinos
arrendatarios. Una manera de controlar los elementos ilotas que tenían ideas de
sublevación.
Las mujeres espartanas
En cuanto a las mujeres
espartanas, la edad a la que comenzaban era la misma que los muchachos, los 7
años. A diferencia de ellos, no vivían juntas en cuarteles. Se las educaba de
manera conjunta, y las fuentes hablan de que había mujeres adultas que las
instruían desde esa edad.
Esta instrucción incluía una
parte física, similar a los hombres, incluyendo la lucha, las carreras o
deportes o disciplina olímpicas cómo el lanzamiento de disco o de jabalina.
Esta se hacía con intención de fortalecerlas para poder tener hijos sanos y en
condiciones. Además de esas disciplinas, se las instruía en canto y baile.
Las mujeres hacían ejercicio
al aire libre .
A partir de los 19-20 años,
estaban obligadas a contraer matrimonio. Una vez casadas, parece ser que se
debían rapar el pelo y dejárselo corto.
A diferencia de lo que pasaba en otras polis,
los padres de las chicas no concertaban los matrimonios. Eran los muchachos los
que elegían a sus esposas.
La edad del casamiento de
las espartanas era más tarde que la de otras griegas, entre 18 y 20 años.
Aunque parezca extraño, las
esposas podían tener más de un marido, a diferencia de la visión del resto de
ciudades de la Hélade.
La poliandria se daba
especialmente si una mujer no tenía hijos con su marido, en este caso esa mujer
buscaba otro marido más joven para tener hijos y esto era bien visto por el
Estado.
Si una mujer moría en un
parto, recibía un enterramiento con honores de guerrero. En el año 500 se
legisló que la mujer que moría en el parto tenía derecho a lápida con nombre.
Tareas de las esposas
espartanas
La mujer era la encargada de
la administración de su casa, o casas. Por ello estaba bien instruida en el
tema de la economía doméstica. Era ella la que se encargaba de esa tarea.
Se encargaban a su vez de
controlar a los esclavos e ilotas- siervos, que tuvieran a su cargo. También se
encargaban de la organización los cultos y ritos sagrados.